Sandra, la niña robot bairesgirls

Muchachos, hoy vengo a contarles mi visita a Sandra, una chica con tarifas amigables y un estilo tranquilo. El lugar donde trabaja es humilde, poca luz, nada de lujos, pero cumple su función. Arreglo el horarios por whatsapp, me pasa la dirección y voy, esta al lado de un restaurante con mucho movimiento y mesas afuera. Llego, me abren y arriba estaba Sandra: bronceada, cuerpo armónico, apenas un poco de abdomen, unos 25 a 27 años. No es de hablar mucho, tiene una energía tranquila. Hago la higiene de rigor y arrancamos. Desde el vamos, la mina es bastante pasiva, no toma mucha iniciativa, pero se deja hacer sin objeciones. Los besos son solo picos, pero con un toque sensual, te los reparte por la cara, como si estuviera marcando territorio alrededor de tu boca. El pete es correcto, sin preservativo y sin garganta profunda ni espectáculo, pero aprueba.
Pasamos al coito y ahí es donde su apodo cobra sentido. Arrancamos con ella arriba cabalgando y en algunos momentos parecía que se quedaba sin batería. Yo empujaba, ella estaba ahí, en modo ahorro de energía. ¿Dónde tendrá el puerto USB para ponerla a cargar? Jajaja. Cambio a cuatro, y ahí la cosa mejora mucho. Buena postura, buena recepción con gemidos, se deja coger sin objeciones y con un leve acompañamiento de movimientos. Le doy con ganas hasta el final.
Nos acomodamos, charla que fueron un par de palabras e higiene rapida. Me despido y salgo con la sensación de que Sandra es como un asistente virtual bien programado: no habla mucho, no se complica, cumple con lo que se le pide, pero no esperen extras ni pasión desbordante.

Conclusión: buen precio, lugar medianamente discreto, reserva rapida. Recomendable si buscás algo economico para sacarte las ganas.

Saludos, colegas, hasta la próxima XP.

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