Traviesas & Transexuales

Estimados amigos, yo he ido hace casi un año al pisito de Uriburu y no tuve mayores problemas. Pero por aquel tiempo, recuerdo algunos comentarios negativos de Leito por ejemplo. Anoche me encontré con un amigo de algunas correrías que me hizo un par de comentarios que pongo a consideración. Hace unos diez días, una madrugada, llamó a dicho lugar. Preguntó por una de las chicas, no sé exactamente cuál, le dijeron que estaba y él se movilizó hasta allí pese a que no estaba cerca. Lo atendió un pibe, lo llevó hasta la habitación, le pidió que esperara y a los cinco minutos regresó diciéndole que esa chica no estaba y si quería que le presentara otras. El se negó y quien lo atendió no le hizo mayor problema. Y se fue caliente, doblemente, pero no pasó de ahí. Como el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma traviesa, ayer o antes de ayer volvió a llamar a dicho lugar interesado por otra de las niñas que allí trabajan. Le dijeron que estaba, él fue y ahora la cosa tuvo su pequeña variable. Lo atendió una recepcionista que sin explicarle nada ni decirle que la persona por la que él pidió no estaba, le mandó una media docena de ninfas al cuerpo donde él aguardaba. La situación fue violenta porque él fue concretamente por alguien. Un poco contrariado, cuando llegó la recepcionista, le reprochó y ella le dijo que a quien buscaba no se encontraba, todo esto explicado delante de una de las chicas que volvió a buscar no sé qué cosa. Muy incómodo por el mal momento se equivocó y para cortar la tensión se quedó con esa traviesa que entró a cuadro y que sea lo que Dios quiera. Con muy poco tacto, en ese preciso instante, la recepcionista le mandó al cuarto a la chica por la que él había pedido el servicio que seguramente recién se desocupaba, lo que produjo una discusión entre las dos traviesas, con la puerta a medio entornar, en el pasillo. Nada demasiado belicoso pero según dedujo la cosa iba a venir de bollos cuando él se fuera. Acusaciones a media voz de me robaste el cliente y toda esa parafernalia. Las dos se plantaron en el marco de la puerta y pese a que él había ido por una de ellas, como ya le había dicho que sí a la otro, obró caballerescamente y se quedó con la que le dio su palabra. Pero el clima era insostenible y la pasó como el orto. Me quede con un poco de culpa porque alguna vez le dije que tenía buenas experiencias allí, un par pero buenos. Acto seguido y para mitigar el mal momento, se dio una vuelta por el Rosedal. Estaba sin un peso pero me contó que los soprendió una salteña, grandota, exuberante, llamada Melanie, quien le comentó que tiene página web pero que no publica ni en distintas, ni en gemidos, ni en ninguna otra página de escorts. ¿Alguien tiene data de ella?

Ante tanto mimo, aquí va una pequeña acuarela con cierta influencia de Jorge Corona.

El Pokemon en la justicia se fija
no cree que sea literatura de Verne.
Si en el pisito se encuentra más de una pija
no deja escapar ninguna, se pone para el emperne...